Según datos del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU) y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en Chile existen 20.004 plazas y 454 parques, lo que se traduce en que 7.6 millones de habitantes estarían muy lejos de cumplir el estándar recomendado de 10m2 de áreas verdes por habitante.
Esto, porque dentro de los beneficios de los árboles y parques en las ciudades se encuentra la absorción de CO2, recuperación de hábitats y especies en caso de los que son nativos. En el mismo sentido, las hojas y corteza de los árboles son capaces de atrapar las partículas generadas por la combustión de los automóviles, además de absorber gases contaminantes como monóxido de carbono, óxido de nitrógeno, óxido de azufre, cadmio, níquel y plomo. Asimismo, Diversos estudios han demostrado que la presencia de árboles y su contribución a la limpieza del aire, reduce los riesgos de cáncer de piel, asma e hipertensión. Por otro lado, logran reducir hasta un 40% la contaminación acústica, lo que disminuye el nivel de estrés de la población.
Bajo ese contexto, el Ecoparque de Peñalolén ayuda a enfrentar la problemática de áreas verdes en las ciudades, ya que se plantea como una “experiencia educativa, cultural, recreativa, demostrativa y de investigación aplicada, destinada a fomentar el desarrollo de la educación ambiental”; la cual cuenta con diversos componentes como un huerto orgánico, lombricultura, compostaje, vivero e invernadero, biodegestor y diodiesel, además de diversos talleres periódicos.
La iniciativa desarrollada por Peñalolén y la Universidad Adolfo Ibáñez, cuenta con una superficie de 2.200 m2 del Parque Peñalolén y funciona de lunes a domingo de 9:00 a 13:30 y de 15:00-17:00 hrs. Y los viernes de 9.00 a 13.00 hrs.
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