Chile es el país latinoamericano que genera más desechos plásticos en el mundo con 51 kilos por habitante cada año.
No es sorpresa que la producción y uso indiscriminado de plástico representa uno de los grandes problemas que enfrentamos hoy como sociedad. Toneladas y toneladas de plásticos son acumuladas en vertederos y rellenos sanitarios, así como también en océanos y masas de agua en general, afectando la biodiversidad y acrecentando la crisis climática mundial.
Es a raíz de esto que gobiernos y organizaciones medioambientales han desarrollado campañas para concientizar a la población sobre el uso del plástico. En el caso particular de Chile, el 13 de febrero de 2022 entró en vigencia la primera etapa de la regulación a los plásticos de un solo uso, la que impide la entrega de utensilios plásticos y plumavit en establecimientos de expendio de alimentos como restaurantes, cafeterías, fuentes de soda, entre otros.
En agosto de 2023, recintos como almacenes y minimarkets tendrán la obligación de ofrecer y recibir botellas retornables, y para agosto de 2024, ningún local de comida podrá utilizar productos que no sean reutilizables.
En Chile se generan 23.240 toneladas de plásticos de un solo uso, los que demoran cientos de años en degradarse, y en el caso del plumavit sobre mil años (Ministerio de Medio Ambiente), por lo que la implementación de esta ley es un gran aporte a la reducción de esta cifra.
Sin embargo, como individuos conscientes de nuestro entorno y de la crisis climática que actualmente enfrentamos, debemos también trabajar activamente por la disminución de residuos plásticos en vertederos y rellenos sanitarios, a través del reciclaje.
El plástico está compuesto por polímeros de resinas y sustancias que provienen del petróleo, el gas natural y el carbón. Aunque pueden ser naturales si proceden de materias primas vegetales, los más comunes son los sintéticos. Algo esencial a la hora de reciclarlos es saber identificarlos para poder clasificarlos correctamente, y así disponer de ellos en los contenedores correspondientes en los centros de reciclaje.
A la hora de reciclar el plástico debemos fijarnos en la simbología que aparece en los envases y clasificarlos de acuerdo a esta.
Para reciclar envases y embalajes plásticos, debemos preocuparnos, de ser necesario, de enjuagar el envase para eliminar restos orgánicos. Se recomienda no reciclar plásticos contaminados con aceites, pues estos podrían afectar el proceso de reciclaje y, de cualquier forma, serán descartados. Además, es recomendable aplastar los envases, esto para ahorrar espacio y facilitar la gestión.
A continuación, te explicamos qué significa la simbología que encontramos en envases y elementos de plástico:
Polietileno Tereftalato: Presente en botellas desechables para bebidas, bandejas de torta, contenedores de fruta (envases clamshell), prendas de vestir, entre otros. Al reciclarlo se convierte en fibras para relleno de sacos de dormir, alfombras, cuerdas y almohadas.
Polietileno de Alta Densidad: Presente en bolsas tipo camiseta, envases de detergente, champús, bidones, envases de leche, etc. Al reciclarlo se convierte en maceteros, contenedores de basura y botellas de detergente.
Cloruro de Polivinilo: Presente en las tuberías, las válvulas o las ventanas. El proceso de reciclaje lo convierte en los conocidos tubos de drenaje e irrigación.
Polietileno de Baja Densidad: Principalmente en bolsas de supermercado, de pan y plástico para envolver. Luego de ser recicladas se convierten en bolsas de supermercado nuevamente.
Polipropileno: Forma parte de los electrodomésticos o las piezas de los vehículos; tapas de botellas, recipientes para yogurt, bombillas, etc. Posterior a ser sometidos a reciclaje se convierten en cajas de baterías para autos, viguetas de plástico, peldaños para registros de drenaje, entre otros.
Poliestireno: Se utiliza en envases de postre, cereal y embalaje. Dentro de esta categoría se encuentra el Plumavit, plástico utilizado en tazas desechables de bebidas calientes, bandejas de carne, entre otros.
Generalmente indica que es una mezcla de varios plásticos. Botellas para exprimir, platos para hornos de microondas, algunos juguetes, etc. Estos plásticos no se reciclan porque no se sabe con certeza qué tipo de resinas contienen.
Ahora que conoces los tipos de plásticos y dónde se encuentran, te invitamos a clasificarlos con precaución y llevarlos a tu centro de reciclaje más cercano. ¡No olvides llevarlos limpios! Recuerda que con esta acción estarás aportando al cuidado del medio ambiente, evitando que miles de partículas de micro plástico terminen alojadas en el mar.
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